La unción puede ser transferida por el hombre, pero debemos saber que es del Espíritu Santo y no muestra. Yo debo desearla, Elíseo la deseaba y la obtuvo. El Espíritu de los profetas del Señor esta en nosotros. (Leer Lucas 1:30) El Espíritu de Dios, llenó a María, y a la vez María transfirió la unción a Isabel (la criatura se movió en el vientre (el profeta Juan), quien preparó el camino de nuestro salvador. Muchos ministerios al principio no se notan, como en una mujer cuando empieza el proceso del embarazo, los primeros dos meses no se percibe, pero la criatura ya esta, solamente hay que esperar su tiempo para que empiece a notarse (en este tiempo la criatura solamente se alimenta por su madre) nosotros nos alimentamos del Espíritu Santo, todo esto pasa hasta que el niño nace. Ahora tu ministerio ya nació, hay que cuidarlo con ayuno, oración y palabra; los tres condimentos que el SEÑOR utiliza, para que nos desarrollamos en su obra. Juan, lo tenía claro. El preparaba el camino del salvador, nosotros también lo debemos de tener claro (Mateo 28:19-20).
Diis te bendiga.
Pr. Joaquín Bedoya (Madrid)
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Reportaje: Kalil Saldívar
Filmación y edición: Davi Blumenthal