«Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén.» (Juan 21:25 – Nuevo Testamento de la Biblia)
Quien no sueña con un personaje como éste, capaz de generar una infinita cantidad de libros, proporcionar innumerables relatos que sin lugar a dudas, sería de lo más atractivo y curioso del mundo, porque hablaría de necesidades cubiertas, de sueños cumplidos, de ciegos que ven, de cojos que bailan saltando sobre ambos pies… Maravillosas historias brotarían como de un surtidor de vida y poder.
A veces la realidad supera a la ficción, y todos sabemos que esta premisa es verdadera. Muchas historias reales han dejado de novelarse por ser demasiado inverisímiles para ser escritas. Pero en el caso de la biblia, el motivo por el cual se han resumido los relatos a esa cantidad es porque no cabrían en «todo el mundo» . Pero tiene una virtud más el que haya cesado en esa cantidad: El que tú puedes continuar escribiéndolo a nivel personal. La Biblia tiene continuidad en cada persona que se adentra en ella y llega a creer de todo corazón en el principal personaje, que no es otro que Jesucristo, que nos presentado 100% Dios y 100% hombre.
La Biblia, para la mayoría de la gente está vedada, y no porque se prohíba leerla, si no porque está cubierta de un halo de discordia; Se piensa que es una herramienta utilizada por bandos de fanáticos, que pueden ser de innumerables grupos, con nombre de los más variopintos como; protestantes, presbiterianos, bautistas, pentecostales, carismáticos, etc. Y que nos la quieren imponer para controlar nuestras mentes, a través de un libro antiguo, desfasado con historias caducas, cuya primera mitad está plagada de guerras, traiciones, esclavitud, hambre, incestos, donde para colmo el más sabio, el que se forraba en oro, porque para escucharlo venían de tierras lejanas, cargados de tesoros solo a cambio de que abriera su boca y le dijera algunas palabras, tuvo 1000 mujeres (1 Reyes.11:1-8) y se salió de la raya en otro muchos aspectos.
Si nos hemos animado a embarcarnos en el Quijote de la Mancha, un libro extensísimo, pero que se lee con gusto, ¿por qué no leer el que le supera en copias vendidas? con la friolera cifra de seis mil millones de ejemplares vendidos en el mundo y además es el más traducido, pues lo puedes encontrar en más de dos mil lenguas y dialectos. Acércate a ella, pero como quitando todos los prejuicios, los preconceptos ¿Qué es mito? ¿No leemos a caso la Ilíada y la Odisea y en la segunda, nos regodeamos de cada aventura de Ulises? ¿Qué es muy cansino con lo del cielo y el infierno?¿ No hemos leído acaso la Divina Comedia de Dante Alighieri y de su mano atravesado los nueve círculos, además del purgatorio y el cielo? y podría hacer analogías sin fin…
El libro que nos ocupa, tiene sin duda una cualidad increíble, que no he visto en ningún otro, por más bueno que sea, y es que se puede leer infinitas veces y siempre se renueva a la percepción, se pueden memorizar fragmentos, recitarlos, hacerlos parte de tu vida, pero nunca cansan. La Biblia tiene esa cualidad única: «Es viva y eficaz» (Hebreros 4:12) y no por sí misma, si no por ser palabra de quien es, por dejarnos ejemplo, algunos no para seguirlos, si no para evitarlos. Ya lo descubrirás y me gustaría compartir tus impresiones. Puedes dejar tus comentarios al respecto.