La definición para subrayado según el diccionario de la RAE es: “señalar por debajo con una raya alguna letra, palabra o frase escrita, para llamar la atención sobre ella o con cualquier otro fin”. Podríamos entender que la frase “cualquier otro fin” se refiere a enfatizar las ideas del texto, haciéndolas más llamativas, de manera que resalten palabras claves en cada párrafo hasta ir estableciendo una secuencia lógica, resumida e inteligible que vaya formando una “espina dorsal” que resuma el texto estudiado.
Debe procurarse que el texto subrayado tenga sentido en sí mismo y por sí mismo, a fin de que su lectura ofrezca una ilación lógica y gramatical. Conviene ser muy parco y moderado a la hora de subrayar, ya que, de otro modo -si se subraya en exceso, no se resaltarán suficientemente las palabras y frases que recogen las ideas esenciales, con lo que, además de restar agilidad al proceso lector, el subrayado perdería toda su eficacia.
El total de lo subrayado en ningún caso debe sobrepasar el 25% en relación con la extensión del texto original. Mientras más breve sea el texto, mayor dominio tendremos sobre él. La idea es que con un solo vistazo podamos cubrir la línea dorsal que sostiene la totalidad del contenido.
Con la técnica del subrayado logramos fijar nuestra atención en lo más ideas más importantes, resaltándolas y como resultado poder elaborar fácilmente resúmenes, fichas o cuadros sinópticos, lo que nos conducirá a tener herramientas de fácil estudio.