“El mal de amores” mucha gente lo padece o lo ha padecido alguna vez ¿existe? Pues esto como en todos los ámbitos de la vida, tiene sus causas y sintomas que han de ser identificados a conciencia y diferenciados de otros  temas  y en este caso, sentimientos o síntomas, que podrían llevarnos al diagnóstico equivocado.  El amor generalmente se confunde con pasión, con deseo y placer y en el peor de los casos, con lujuria.

El amor es amplio, inmenso, abarca mucho más que las sensaciones físicas.  El amor acaricia el alma, sana heridas que ningún médico ni sicólogo por más ciencia y buena voluntad que posea y aplique, podrá jamás lograr, porque es invisible y todo humano vendaje es imposible.

Por ello, si es lo que anhelas es un sentimiento verdadero, aquel que ayuda a aceptar, soportar y en compañía cruzar tempestuosos conflictos y escalar dificultades, soslayarse  debe ser el Amor verdadero, no falsificaciones que pueden tener el rótulo de “amor” pero no son más que baratas imitaciones, efímeras ilusiones hacen perder tiempo en la vida y cuando te encuentras más allá de la mitad del camino, no hay un nido al que volver para dar calor y recibir cobijo.

Busca el amor auténtico, afina tus sentidos con herramientas espirituales que radiografíen tu corazón y el de la elegida o del elegido.  No pienses que es una tómbola y toca a suerte a uno para bien y a otro deja herido.  Existe, yo te lo digo porque hallado este amor bendecido que llena mi corazón y mi hogar.

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